Construida en el siglo XVI, de ladrillo, donde destaca su soberbia y esbelta torre con un pináculo negro. Su tesoro más preciado son las imágenes de San Roque y San Isidro, ya que fueron robadas y recuperadas en Lisboa hace unos años. La iglesia puede ser visitada contactando con el Ayuntamiento. Muy cerca de la iglesia, se ubica una fuente del siglo XIX, compuesta por un arco de ladrillo tosco y canto rodado del que sale agua hasta un pilón donde bebían los animales y se lavaba la ropa en otra época.
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